jueves, 4 de noviembre de 2010

LA MEDICALIZACION DE LA VIDA. ¿ESTAMOS REALMENTE TAN ENFERMOS?

Con este artículo quiero iniciar una serie en la que iré proponiendo una reflexión sobre diversos temas relacionados con Educación para la Salud, nuestra relación con el cuerpo, humanización, etc.

Espero que te gusten.



LA MEDICALIZACION DE LA VIDA.

¿ESTAMOS REALMENTE TAN ENFERMOS?

          La vida es un intercambio recíproco entre el entorno y  la persona a través del cuerpo. El cuerpo se convierte pues en nuestro medio de comunicación.

       Pero el cuerpo, además de su dimensión individual, tiene una dimensión social que está condicionada por nuestro entorno socio-cultural. Esto afecta a la percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestro cuerpo.

La relación que toda persona desarrolla con su cuerpo es algo que se va modificando a lo largo del tiempo y que condiciona su relación consigo misma, con los otros y con el entorno.

Con todo esto, la tarea de apropiación de nuestro cuerpo es un camino de maduración y de salud que encuentra múltiples obstáculos en una sociedad consumista donde tanto el cuerpo como la salud se han convertido, a través de los medios de comunicación, en meros objetos de consumo.

Hoy día se tiende a patologizar  muchos de los procesos vitales y fisiológicos propios de la vida, lo que conlleva efectos negativos para la salud. De forma paralela, este afán de convertir en patológico lo que es fisiológico, conlleva unas repercusiones sociales y económicas nada desdeñables. Esto es especialmente patente en el caso de las mujeres. Se medicaliza la menstruacion, se medicaliza el parto, se medicaliza la menopausia…


LA PATOLOGIZACION DE LA VIDA COTIDIANA.

Actualmente, existe una tendencia a convertir a las personas en pacientes generando así un mercado inagotable.

En este sentido, ciertos autores denuncian que las industrias farmacéuticas han sustituido a la OMS en la definición de enfermedades y que se organizan reuniones de expertos donde se generan opiniones que, con el marketing adecuado, se convertirán en nuevas enfermedades que, a su vez, servirán para promocionar nuevos fármacos…de los que seguir obteniendo beneficios económicos.

Por otro lado, la medicalización no sólo lleva a un tratamiento a veces  innecesario o potencialmente lesivo, sino que también sirve para oscurecer las raíces sociales, económicas y medioambientales de la enfermedad.

La condición de enfermo es compleja. No responde únicamente a la respuesta o no frente a un tratamiento farmacológico, sino que radica también de forma importante en la propia voluntad de salir o permanecer en dicha condición. Dicho de otra manera, en querer dejar de serlo o en identificarse con dicha situación.

Lamentablemente, son muchas las personas que sólo quieren enfrentarse a sus dificultades con pastillas, afrontando las enfermedades o el sufrimiento con la conciencia de que la salud se compra y se vende. Así se olvida o ignora el alcance del propio potencial que todos tenemos en el mantenimiento o creación de nuestra salud.

Según el autor Ivan Illic, la medicalización de la vida produce la destrucción de la capacidad de la gente para afrontar el dolor y la disminución de la implicación activa de los pacientes en su propia salud.

La medicalización de la vida,  consecuencia de la patologización de la vida cotidiana, nos debilita y nos hace perder parte del poder de autogestión de la salud que todos tenemos. Recuperarlo es una decisión personal pero también posible.

4 comentarios:

  1. SUSANA ha dicho:

    Buenas noches, (medicalizar nuestro cuerpo para no SER)
    Hubiera sido humano educarnos en el vinculo del amor, y asi mantener una enseñanza a querernos,mimarnos, sentirnos, aceptarnos como una iniciacion de conocimiento hacia el cuerpo, la mente y expandirnos espiritualmente que nos hara saludables, creativos para fundirnos como UN BIEN SOCIAL.
    saludos.
    susana

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  2. Buenas,
    Lo que está claro es que cada vez las personas creemos menos en nostros, en nuestros cuerpos, y creemos más en que los productos artificiales harán ese trabajo.
    Hace poco en un periódico hablaba de como las farmaceuticas estaban detrás de la cantidad de niños/as con TDH (Sindrome de Deficit de Atención) y como los médicos, cada vez más, medicaban a niños/as sin realmente una necesidad real.
    Besos
    Esther

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  3. Ramón me hizo llegar este comentario por email:

    Me encanta tu iniciativa de crear ese blog, ya que traes reflexiones a lo que ya tenemos como hábito, es decir ante cualquier síntoma nos medicamos, por lo que enmascaramos en muchos casos la propia enfermedad que luego aparece con más virulencia, alteramos otros órganos con sus efectos secundarios, por otro lado nos impide el aprendizaje del dolor, por lo que cada día tenemos menos tolerancia al dolor y al sufrimiento y esta falta de resistencia lleva cada día más a la frustración y depresión. Los únicos que se benefician es la industria farmacéutica y todo lo que se mueve alrededor.
    Hacer un uso responsable de la medicación y educar a la población de que en nuestro cuerpo hay una gran farmacia (casi todos los principios activos de la naturaleza, base de los medicamentos están en nuestro organismo o su posibilidad de creación, el efecto placebo cura el 32% de las enfermedades) nos llevaría a tener una sociedad más madura en el curar y más sabia en crear salud, tanto fisica, mental o emocional.
    Gracias por tu compartir.
    Un abrazo
    RAMON

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  4. Muy interesante. Excepto esto: "la medicalización de la vida produce la destrucción de la capacidad de la gente para afrontar el dolor".
    No estoy de acuerdo en que tengamos que afrontar el dolor en ninguna de sus manifestaciones. Odio ese concepto judeo-cristiano del sacrificio del cuerpo y de que el dolor nos fortalece. Si se han inventado medicamentos para paliarlo ¿por qué no recurrir a ellos?

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